Última entrada de julio y me despido de este caluroso mes con una entrada paradójica, por aquello del nombre del grupo que hoy nos ocupa. Vale, es una puta mierda de paradoja, pero no me pidáis más, que tengo el cerebro al borde del colapso con estas temperaturas. Neuronas fritas, oiga, las tenemos baratas.
Pues eso, que vamos con un temazo de Arctic Monkeys para que agosto empiece con buen sabor de boca. Con su actuación en el FIB más que reciente y AM, su nuevo disco, a la vuelta de la esquina, recordemos con gozo aquel año 2006 en el que los de Sheffield irrumpían en el panorama internacional con un trallazo como fue Whatever people say I am, that's what I'm not. La última chispa que le faltaba al indie británico para volver a inflamar almas alrededor del mundo. Ritmos frenéticos, letras inteligentes y mucho talento eran una carta de presentación difícil de ignorar. Y más si contiene esa curiosa historia de prostitutas y mequetrefes que es When the sun goes down.
And what a scummy man...